Las antologías me ponen triste. Hace una semana compré una y todavía no consigo dejar de llorar. ¿Han pensando en lo duro que debe resultar ser un escritor consolidado y que un jovencito aparezca cinco páginas antes para opacarte? ¿Que esa voz en formación demuestre tener más punch y más destreza que tú, que has
Etiqueta: Lo perdido se nombra
Soy un escritor incipiente, que sufre mucho. En realidad todos los escritores que conozco (principalmente los escritores de mi generación) son escritores incipientes que sufren mucho. ¿En qué se basa su sufrimiento? Hay muchas respuestas, muchas vertientes, algunas más recalcitrantes que otras. Unos, por ejemplo, sufren por las relaciones emocionales. Y para escribir, pregúntele a
Koyoc ganó un concurso de crónica. Yo aparezco en su texto. Soy un personaje importante porque un policía con los ojos cristalizados y la boca entumecida me azota contra la pared, me golpea mientras grito algo sobre derechos humanos y los financiamientos millonarios que el gobierno supuestamente invirtió para volverlo menos imbécil. Junto a mí,
Tengo veintiún años. Estudio biología. A veces me arrepiento. ¿Por qué no estudié literatura o periodismo?, me digo frente a las herramientas del laboratorio, frente a mariposas prensadas, frente a fetos que danzan en formol. Cargo dos vicios. Trabajo en un portal de noticias muy bueno después de haber trabajado un año para un portal
Viajamos en la van de prensa. El cielo es rojo porque apenas amanece y a mi lado Gómez, corresponsal veterano del periódico X, duerme con la boca abierta. Su boca huele a alcohol como cada mañana, pero nadie lo menciona. Todos se ocupan en prender sus equipos, en transcribir el boletín porque aquí ningún reportero