Por Jorge-Ernesto Pardel
Gestaciones
Criado en tu salvaje estanque
de velamen rosa;
oculto en el esqueleto
de las aguas que tragaste
comprendí el misterio pájaro
sumergido entre mis ancas.
Elefante, alto anfibio de
agua sagrada / sagrada tierra
hasta hoy que has reconocido la
pausada luna de tu frente a tu reflejo
hasta hoy que escuchaste el
croar de mi voz anfibia,
anfibia Madre
me has dejado saltar al mundo
con un sólo saco vocal
y venerarte.
Exploraciones
A Gerardo Szar
Anoche te vi latir como un reloj
frente al espejo,
reflejar el hundimiento
número veintiuno
que sucede, no pregunta: hogar a
tus hombros de azar y de adivino.
Hablaste sobre el cielo sin haberlo visto nunca
y mi presencia pájaro,
a prometer por todas tus vidas
se fue volando.
Inerte volvió tu cuerpo
espesa voz a derramarse;
otro llamó infinito, que no yo,
a este bosqueflor purpúreo, tu lenguaje.
Tengo en mí sospecha cuando no despiertas.
Debo esperar, asido al florero de tu cuarto
al niño de las voces peregrinas.
Blue Woods
I
Todos ignoran bajo sus pies
las 8 máscaras del mundo:
entregándose a las bocas
cuando de ojos son henchidos
a una danza camaleónica
donde mi cuerpo no despega.
Hay sombras que ríen atrapadas
en los sueños hundidas
a la acera de mis calles.
Una esclavitud onírica
en la que mastican todos a los pájaros
y entonces son los Arlequines
quienes sobrepasan con su cuerpo
el sol tragado por la noche
que encontraron aquí dentro.
Nunca más volverán las calaveras
a detener la rueda infinita
frente al derrame de mis bocas
al hablar,
y recordar que padezco
en la garganta
la caída asombrosa
de un mítico y olvidado Adán.
II
Todos han visto bajo sus pies el
camino de vuelta a los jardines
donde una vez perdidos
ascienden al rostro de quien
fuera el enemigo
quien murió para demostrar:
los cráneos se ocultan en la luna.
Caminan risas sobre el dorso
de mis ramas
donde la vigilia se va uniforme
a como se fue a pastar al campo
mi conciencia.
Y a tarareo de férvida alegría
habiéndose bebido
un recuerdo está el pasado,
de cuando fui un Arlequín
que al morir estrangulado
terminó clavado en la tabla
de alguno de estos sueños
que no pisaron nunca.
Mirror Bird
A ti de pie resalta la corona
marsonámbulo que tiende apenas mi presencia.
De tu puerto mi velero tendió las alas
mar desnudo cielosolitario
y zarpé al infinito cristal de tu marea.
Lejos, hinchado a bruma el silencio no acorta
la visión enferma de mirarte pájaro:
Velero navegante de tus valles invertidos,
marinero escurridizo a tu esculpir constante.
Háblame de aquel hombre u hormiguero
cuando alejado de tus aguas, en aires de naufragio
olvidó su corona puesta
sobre el cráneo de mi cuerpo.
Revela mar hermano
la respuesta o signo
articulado a tibio fruto de habitarte.
Muéstrame al vivo, derretido reino propio
en este embrujo tuyo que divide nuestras pieles.
Revela marhermano
algún croar o trino
que se pronuncie al centro pupilar mío
ahora que habito donde soy estatua
y percibalucinada tu confieso.
Revelabesando
habloremando
canta besando,
cuánto he besado los tiempos que anidan en tus ojos:
pájaro que en movimiento está en la huida
pájaro que en permanencia está en su jaula.
La rosa no podrá llevarme
a ninguno de sus vientos.
La rosa no podrá sacarme
de los mares del espejo.
Cerrar los ojos y mirar insectos
abrir los ojos y recordar de pronto!
que me proclamé el rey de las hormigas la noche que forjé el cielo sobre el yunque de la tierra.

Jorge-Ernesto Pardel (1997, Guanajuato). Estudiante en la facultad de filosofía y letras de la Universidad de Guanajuato.
Foto de Fondo creado por xamtiw – www.freepik.es