Por Olympia Ramírez Olivárez
no lo escucho caer y no existe
ahora reposa en el suelo
mientras las sierras de hierro cantan
y sus dientes las ramas desvisten
por acá todo normal
entre esmog resbalo
y penetro otra más
otra caja dentro de una caja
dentro de otra
y otra
y otra
y otra
y otra
infinita
grises y frías son una cárcel más
que invaden todo verde lugar
cojo las tijeras y soy Dios
modelo los filetes
del muerto ignoto
sordo inexistente
y cuelgo los retazos de un hilo
y penden del techo de mi cuarto
y revolotean sus aletas
de un lado
a otro
para recordar la forma de lo caduco
la carnicería colgante le da vida a mi habitación
Olympia Ramírez Olivárez (CDMX, 1998). Estudia letras. Detesta el queso y el apio. Escribe poesía y reseñas literarias: lo primero ha sido publicado en Página Salmón; las segundas, se encuentran en Sopitas.com.